Como un auténtico tesoro y con mucho mimo conserva Carmen Villahizán las fotografías que ha encontrado bien escondidas entre unas vigas de su casa de Villegas. El secretario del pueblo allá por los años 50, José Mari, retrató al vecindario en una época donde pocos tenían cámaras y esas imágenes han llegado en perfectas condiciones hasta nuestros días. Ahora se estudia la mejor fórmula para que todo el mundo conozca este legado.

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