VILLAMORÓN

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTIAGO APOSTOL

El lugar de Villamorón aparece documentado hacia el año 1250 como «Villamoro», debido seguramente al nombre de su Señor, que aparece atestiguado en la documentación del monasterio de Sahagún.

Iglesia Villamorón vista por el poniente

En las cercanias hace algunos años apareció una Necrópolis Celtibera, de la que algunas cosas se conservan en el Museo Provincial. Pero apenas se hicieron excavaciones.

Esta Iglesia tiene un gran valor artístico. Pertenece a finales del siglo XII y es única en su estilo. Tiene un magnífico rosetón.

Portada románica

El edificio actual de la Iglesia pertenece al tardorrománico progótico según algunos ó al gótico pleno según otros. Tiene tres naves(planta de salón), muros de piedra silleria, cubierta de bóveda de crucería ojival cuatripartita, se divide en cuatro tramos,la nave central es más elevada que las laterales y se remata en una sola capilla (la mayor) de planta cuadrada, mientras las otras dos naves acaban en testero plano. Sobre el ábside se levanta la torre. Presenta un claro aspecto defensivo y de sólida fortaleza, con gruesos contrafuertes exteriores y articulada en dos cuerpos, el superior rematado en una cenefa de arquillos lobulados.

Villamorón

Los seis pilares interiores que separan las naves arrancan de un podium octagonal, se ornamentan a base de columnas entregas que cubren todo el cilindro y se rematan en unos destacados capiteles que no siempre tienen correspondencia con los nervios y arcos de las bóvedas. Los arcos son todos ojivales, los de las naves laterales muy alancetado y los formeros y fajones de la nave central más próximos al de todo punto.

El templo presenta varios momentos en su realización. De un lado la nave central, ábside, fachada occidental y portada meridional en donde se aprecia todavia el románico, aunque ya tardorrománico. Sin embargo el remate de los arcos, la tipología de la bóvedas y el alzado de la nave central son ya plenamente góticos. Por otro la temática de los capiteles, que se aproximan a los cincuenta es casi exclusiva vegetal.La traza de los arcos, el tipo de molduras de los arcos y algunos de los pilares anuncian ya el gótico pleno.

Existen en ésta construción, dos momentos distintos que se corresponden: El primero con las últimas décadas del siglo XII ó primeras del siglo XIII, y el segundo en la segunda mitad del siglo XIII.

HISTORIA

Esta tierra de cultura celtibera en tiempos romanos (habitada por los «túrmogos», según los historiadores romanos), aporta también restos de asentamientos anteriores pues va desde época prehistórica estuvo ocupada. Atravesada por la importante calzada que comunicaba Hispania con la Galia (Bracara-Burdigala) es una zona de importante romanización ya desde épocas tempranas y centro desde el que se controla a los belicosos cántabros.

Fuente romana

Está documentada, por la referencia de los historiadores romanos, la presencia del emperador Augusto en estas tierras pues desde Segisama emprende el castigo y sometimiento de los cántabros. Numerosos restos de puentes, algo de calzada, villas y otros restos atestiguan la profunda romanización que parece se debió dar. Con posterioridad los visigodos se asentarán ante todo en tierras de los vacecos y túrmogos y desde ellas intentarán controlar a las gentes levantiscas del Norte, cántabros y otros grupos. La desaparición del reino visigodo a partir del año 711 y el proceso siguiente de organización y posterior expansión del reino de Asturias, sacarn del anonimato documental a esta tierra.Las crónicas nos recuerdan que Alfonso I (739-757) se lleva también consigo a los habitantes de Amaya. Este abandono no parece que suponga una despoblación sino sencillamente que desaparece la organización jurídica anterior y se queda fuera de todo control político.

El proceso repoblador y expansivo iniciado a partir del siglo IX con Alfonso II y sobre todo el llevado a cabo en la segunda mitad del siglo por los jueces y condes castellanos, sobre todo Diego Rodriguez Porcelos, que concede sus fueros a Amaya (860) y Villadiego (884), ponen de manifiesto que esta zona se ha ocupado, se controla militarmente y se vuelve a organizar por las autoridades castellanas y asturianas.

Lavadero

El asentamiento en la villa de Castrojeriz del conde Munio Nuñez ya en el siglo X, deja en parte libre esta tierra de las mayores amenazas islámicas. Por ello a lo largo del siglo X se reorganiza el territorio en torno a los grandes alfoces de Castrojeriz, Villadiego, Treviño y Hormaza, lo que nos da idea de la importancia estratégica y militar que tiene. Este hecho hará que a lo largo de la Edad Media y Moderna la presencia de los señorios laicos tenga mayor importancia que los eclesiásticos. Paralelamente se va diseñando la organización de la administración eclesiástica, signo claro de la importancia que tiene, pues vemos aparecer a los obispos de Amaya, Muñó y Sasamón de los que depende religiosamente esta zona. Importa ante todo la diócesis de Amaya, existente ya desde finales de la época visigoda.

A lo largo del siglo XII y sobre todo en el XIII, la zona vive una etapa de particular desarrollo económico, al calor de la importancia mercantil adquerida por la propia ciudad de Burgos.

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